martes, 20 de mayo de 2008

Escritores (teóricamente) secundarios

Mientras las mafias mediáticas (fundamentalmente madrileñas y madridistas) encumbran a autores efímeros, pero muy rentables a corto plazo, como el hueco Boris Izaguirre (agítese un libro suyo: suena a hueco, está vacío, es pura trama sin osamenta literaria) o el esperpéntico Dan Brown, permanecen en el ostracismo algunas de las mejores voces de nuestra literatura contemporánea.
Pero ellos que se entretengan con sus cosas (son cosas, no libros, los libros son otra cosa). Porque lo interesante está en el fondo de las estanterías, no en esos expositores con póster del autor. Al fondo a la derecha, sí, como el retrete, se esconden los escritores (teóricamente) secundarios, los periféricos, que al final son los grandes, los que nos regalan impagables momentos de felicidad: Ánxel Fole, Álvaro Cunqueiro, Rafael Dieste, Josep Pla, Pere Gimferrer, Enrique Vila-Matas y demás tropa ninguneada por las capillas de los conglomerados mediáticos que imprimen en los periódicos del grupo, sin rubor alguno, encendidos elogios a los autores que publican sus libros en las editoriales del mismo tinglado empresarial (no hace falta dar nombres, ¿verdad?).
Me quedo con los secundarios de lujo que, como en el cine, alumbran algunos de los mejores momentos de la historia del arte.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Moi boas!. Estou totalmente dacordo contigo. Eche ben certo que hai escritores que non teñen nin idea e saen en tódolos medios. Ademáis, non só pasa coa literatura, tamén coa música e demáis artes.
Un saúdo e aburiño!